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Miro a un lado y otro y estoy rodeada de una sinfonía de estornudos, tos, afonías y mocos…será este otoño incierto que nos vuelve locos con el ahora hace frio, ahora hace calor y que parece no se decide por una posición clara que nos ayude a escoger la ropa más adecuada para cada día.

En estos tiempos de incertidumbre, nada mejor que tomar a menudo bebidas calientes o tibias que nos hidraten, reconforten y nos ayuden a aliviar los síntomas y las incomodidades de estar enganchados al pañuelo. Las infusiones son una buena opción de HIDRATACIÓN, confort y propiedades mezcladas dentro de una taza. Y si te has de decidir por una infusión, quizá es un buen momento para probar la infusión BALSAM, que se puede tomar a cualquier hora, pero está especialmente pensada para estos tiempos.

Si nos vamos un poco hacia atrás, al origen de su nombre, la palabra bálsamo viene del griego y era como llamaban a un árbol que daba una resina aromática muy apreciada por las antiguas civilizaciones para calmar y aliviar las heridas. Esta sensación de alivio, calma y frescor es lo que llamamos el EFECTO BALSÁMICO: cuando olemos parece que se nos abran las fosas nasales. ¿Recuerdas qué sientes cuando hueles eucaliptus, Vicks vaporub o te comes un caramelo de menta? Pues eso…

¿Y por qué se llama BALSAM esta infusión? La bautizamos así por las PROPIEDADES DE SUS INGREDIENTES: el tomillo blanco y la menta…. cuando te la tomes notarás la sensación balsámica. Igual me dices que no ves el eucaliptus por ningún sitio y que el tomillo que conoces no te provoca ese efecto…pues toda la razón, pero nosotros utilizamos tomillo blanco.

El tomillo blanco (Thymus mastichina) es uno de los tomillos ENDÉMICOS de la Península Ibérica, esto quiere decir que de forma silvestre no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. Es abundante en el centro y sur de la península (España y Portugal) y en cambio, en la zona oriental no se le conoce mucho: pero se ha adaptado muy bien a su cultivo. Si cogéis unas hojas de tomillo blanco, las restregáis entre las manos y oléis, notareis un aroma que no recuerda a otros tomillos y sí al eucaliptus….no es extraño, porque el componente principal de su aceite esencial es la molécula de eucaliptol, la misma molécula del eucaliptus. En la infusión, se combina con menta para reforzar el carácter balsámico.

Así que, si aún no has probado la infusión BALSAM, buena para tomar a cualquier hora pero sobretodo en invierno, quizá es un buen momento para empezar. Y si nunca has visto ni olido un tomillo blanco, también puede ser un buen momento para visitar los Parques de Olores, donde tienen una cuantas. Aunque, como casi todas las plantas, estará más bonita en primavera.